martes, 19 de octubre de 2010

LA CRITICA TEATRAL - APUNTES

A MIS AMIGOS : Alfonso Villasis - Michel Bardales - Carlitos Robalino, de la selva su teatro.

Una de las mayores contribuciones de las Muestras y el Teatro Independiente a la historia del teatro peruano es el aporte de la presencia de la Mesa de Critica, que incluso ha irradiado al teatro escolar organizado en todo el Perú teatral.

Indudablemente, si los eventos culminan en Muestras, Festtas, Festepys nacionales hay que seleccionar y elegir a los grupos que clasifican, por eso es necesaria la presencia de la Mesa de Crítica.

Al comienzo de las Muestras - decáda del 70 - las apreciaciones críticas era entre los grupos participantes, al crecer el movimiento se hizo necesaria la especialización de la misma con la presencia de Hugo Salazar Del Alcazar. Así se constituyó la Mesa de Crítica como un acompañante necesario de estos eventos. Incluso, actualmente existe una Asociación de Críticos organizados por Mary Soto.

La tarea es elevar el nivel de la crítica, no dejarla al comentario banal de improvisados que sólo se refieren a hechos intrascendentes al creer que la crítica sólo es un juicio adverso al hecho teatral. Ha diferencia de otros eventos, la Mesa de Crítica en la Muestras Regionales y Nacionales se ha democratizado al involucrar no sólo la opinión de los críticos, sinó también de los propios hacedores del hecho teatral y el público, que incluso votan para elegir a los grupos seleccionados a la Muestra Nacional.

"El crítico se levanta cuando cae el telón
advirtiendo, cuando trata de reseñar la obra
que apenas si ha visto, por vigilar
la impresión que le ha causado" (E.B. White).

El buen crítico no sólo se concentra en detalles sinó estudia la producción total. Incluso Hugo Salazar estudiaba los contextos haciendo seguimientos a los grupos en todo el país.

Nuestro amigo, un crítico de valia internacional, Carlos Espinoza Dominguez, en su libro "Lo que opina el otro", señala las opiniones de Rino Leal :

"El homo criticus es un espectador cualificado en tanto posee un hábito y una cultura teatrales y perspicaz, que interpreta el hecho teatral y, a partir de su propia biografía vivencial e intelectual, lo cierra y lo cuenta. Forzosamente, deja de ser un aficionado y apasionarse por el arte sobre el cual escribe".

Así, el crítico antes de opinar debe estar preparado y ser lo más objetivo posible - tarea difícil - ya que su tarea es subjetiva; debe expresar y captar la reacción del público que al fín y al cabo es el destinatario final del hecho teatral. Nuestro amigo el crítico no debe decir lo que se ha debido hacer en el espacio mágico del teatro, el da su opinión didáctica y sentimental de manera honrada y sincera.

Finalmente, Edward A. Wright ha señalado:

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL CRÍTICO

1. Debo apelar constantemente, en todas mis experiencias teatrales, a mi fuerza imaginativa.

2.- Debo conocer, comprender, valorar y descartar mis propios prejuicios.

3.- Debo valorar cada una de las cinco áreas en que se realiza la labor de los artistas que participan en la producción.

4.- Debo medir la producción en términos vitales y comprender lo que cada artista ha puesto personalmente para lograr o estropear la producción.

5.- Debo formular mi opinión después de emplear los tres principios de Goethe sobre la crítica del arte.

6.- Cada uno de los artistas debe mostrar claramente lo que trata de decir mediante el énfasis, la sinceridad y la técnica adecuados.

7.- Cada artista debe trabajar dentro del medio que está utlizando o adaptar con éxito cualquier elemento que se haya tomado de algún otro medio.

8.- Cada artista debe cooperar y coordinar su trabajo de acuerdo con un objetivo único, que es el tema o el propósito de la producción.

9.- Cada artista deberá parecer real y ser convincente cuando participa en la producción, que es una obra de arte; en suma, cada cual deberá ofrecer una imágen de la vida, interpretada a través de su personalidad.

10.- Al hacer el análisis final de la producción, es necesario que nos conmueva, que nos emociones, que nos divierta, que nos enseñe o que nos transforme: la única cosa que nunca ha de hacer es aburrirnos. Su
objetivo principal debe ser prepararnos de alguna manera para enfrentarnos a la vida.

Tomás Temoche
A.C. Yawar

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